Cuando la ilusión y el arte se unen, el resultado es la excelencia

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Esta más que demostrado que cuando quieres avanzar en la vida, lo único que necesita verdaderamente son ganas. Ganas de alcanzar esa meta que desde niño soñaste y que las limitaciones económicas no son, ni mucho menos, un impedimento para llegar a donde quieras.

Una muestra más de ello es Samuel Ramírez, Samraz, nombre artístico, un talentoso coreógrafo dominicano que, siendo el hermano mayor de 5, de una familia muy humilde, puede afirmar y demostrar que solo le bastó sus ganas de triunfar en lo que amó desde niño, la danza.

Es de fábula su historia. Sin ningún conocimiento técnico de baile, aunque lo llevaba en la sangre, montaba espectáculos de baile, en la pequeña marquesina (garaje) de su vivienda y cobraba a sus amigos, que, a su vez, invitaban a sus familiares, para asistir a la presentación del artista del barrio Carril, de la localidad de Haina. Esos pesos que medio llenaban sus bolsillos, además, regocijado por los aplausos de sus vecinos, sirvieron de sustento alimenticio de su familia y más tardes, de sus estudios de danza.

Estas esporádicas demostraciones artísticas las entrelazaba con otras actividades domésticas remuneradas, además de los estudios, hasta que el director de la Casa de la Cultural de Haina, le propuso ingresar en el programa denominado, Sistema Nacional de Escuela Libre, implementado en los barrios de escasos recursos por el Ministerio de Cultura. Dicho programa lleva profesores de danza, pintura, teatro, o cualquier tipo de arte, a los barrios para que los niños y jóvenes que sus familias no pueden pagar una escuela, dispongan de una enseñanza de calidad y profesionalidad que la de un centro privado.

Samraz comenzó a bailar dentro de este programa en el año 2009 y a los tres años, ya era profesor del Sistema Nacional de Escuela Libre. Todos sus conocimientos de danza y su destreza encima de un escenario lo adquirió allí.

Su inquietud y deseo de perfeccionar sus conocimientos teóricos lo llevaron a participar en 2016, en una convocatoria del Ministerio de Educación con el fin de obtener una beca que lo traería a España a estudiar danza en el instituto universitario de danza Alicia Alonso, de la Universidad rey Juan Carlos.

Cuatro años más tarde ha terminado su carrera y su experiencia, según narra con gran alegría, ha sido maravillosa. Tiene importantes propuestas de trabajo. No ha parado de trabajar desde que llegó, porque vino con muy buena base de conocimiento práctico en la danza y con experiencia en buscar y generar sus propios medios de trabajo.

Samuel Ramírez, foto: Endika Barros

Este bailarín integral, formado en la danza clásica y moderna, pero reitera, su fuerte es la danza contemporánea, arribó a España egresado de la Compañía Nacional de Danza de la República Dominicana y del Sistema Nacional de Escuela Libre como alumno y profesor, director de su propia escuela, Zonarte, y con sobrada experiencia técnica en el baile urbano y moderno.

Su deseo de seguir formándose, esta vez, a nivel teórico, lo llevó a estar en una encrucijada, porque en su país estaba muy estable laboral y emocionalmente, trabajaba y vivía de lo que amaba, pero decidió cruzar el océano con una visión de futuro muy clara.

En el Instituto universitario de danza Alicia Alonso de la universidad rey Juan Carlos, Samuel Ramírez expresa que ha crecido mucho como coreógrafo, intérprete y como persona. “Estar lejos de mi familia me enseño a crecer en muchos ámbitos de la vida, lo que me permitió crear mis propias fuentes de trabajo y de ingresos económicos”.

Un creador de arte nato

Desde el año 2016, cuando llegó a Madrid, Samraz no ha parado de trabajar.  Ha creado varias obras de danza contemporánea de 45 minutos para diferentes teatros de España. Creo la obra “Los amantes de la aldea”, basada en una pintura del artista plástico dominicano Cándido Bidó, con la cual tuvo rotundo éxito. Para el teatro madrileño La Grada, realizó la obra titulada Exhalando” en el 2019, para un festival de teatro. Esta misma representación aplicó y se presentó en el Festival Beta Publica.

Cuando no tiene trabajo pendiente, crea sus propias piezas, llama a sus amigos de la danza, alquila una sala alternativa, con un aforo de 70 personas y la presenta. Sus compañeros son quienes colaboran para montar sus obras y de esa manera trabaja él, ayuda a trabajar a sus amigos y ganan todos.

Samraz es el director artístico de Gala Musical, que se presenta todos los años en Madrid.

Actualmente trabaja como director artístico y coreógrafo de la cantante dominicana del género urbano, Lennis Rodríguez.  “Me gusta mucho trabajar con ella, me identifico bastante con ella, porque sus orígenes, sus ganas de superación, esfuerzo en el trabajo y su proyección de futuro son muy parecido a los míos, cada uno en su área”, señala.

Samraz tiene su propio canal de YouTube, donde expone todas sus presentaciones y creaciones con varios videos de danza.

Cuando empezó a recibir clases sobre Historia del arte, nació su afición por la pintura y entonces, se planteó realizar su proyecto de fin de carrera en base a una investigación creativa que trata de demostrar, cómo, la composición de una pintura, te puede aportar ideas para crear una coreografía. Tomó como referente al pintor paisajista del romanticismo del siglo XIX, Gaspar David Friedrich, de quien dice, le aporto movimiento, trayectoria y concepto, a través de su tipología y composición.

obra de vidiodanza, trabajo final de su carrera.

En base a todas las técnicas que, el artista alemán impregnó en su obra “El caminante sobre el mar de nubes”, Samraz creo un vidiodanza en la cual demuestra que una pintura puede generar una estructura coreográfica y conceptos más potentes que la coreografía que se realiza en base a pasos.

Otro de los objetivos de este trabajo, es que tenía que generar un embrión para crear un libro que sea un manual de creación en base a lo pictórico, por lo que, su próximo paso, será nutrirse de más conocimiento sobre pintura para empezar el escribir el libro con más datos y propiedad.

El buen hijo a casa vuelve

Terminada su carrera de danza en España, país en el cual se ha sentido acogido, querido y donde tiene a sus mejores amigos, dice que no descarta volver a su tierra y abrir una escuela de danza para los miles de artistas que viven en los barrios sin ser descubiertos, pero admite, todavía le queda tiempo aquí para trabajar en unos proyectos en los cuales se siente muy a gusto y le aportarán experiencias y conocimientos como coreógrafo.

A la palabra discriminación no le da la menor importancia, aunque admite que a su llegada a España lo vivió ligeramente, y que algunos de sus amigos la han sufrido de manera más severa. Pero como ahora no está pendiente de ningún gesto, mirada o ningún ademán que se parezca a rechazo, no se entera si le ven diferente o no. “Como voy a lo mío, pendiente a mis cosas y pensando en lo próximo que voy a hacer, soy uno más y de lo demás no me entero, la verdad, lo que si hago es respetar las normas y a todo el mundo, para que a mí se me respete”. Puntualiza.

De sus paisanos en Madrid, conserva muy buena experiencia y amistades. Los describe como gente trabajadora, emprendedora y con ganas de salir adelante, aunque muchas veces las condiciones que le rodean no sean las deseadas.

A los jóvenes que llegan a cualquier país de Europa, les aconseja aprovechar al máximo las oportunidades que les ofrecen en estos países y que traten de poner la bandera de nuestro país en alto. “Hay que eliminar el pensamiento que tienen por aquí de que, a los dominicanos solo nos gusta la fiesta. Tenemos que demostrar que somos trabajadores, emprendedores, alegres y excelente en todo lo que hacemos”.

Solicita a las autoridades dominicana que refuercen y mantengan los programas culturales en los barrios, porque, entiende, que cuando los jóvenes tienen acceso a la cultura, aunque no se dediquen a ellos, se hacen mejores personas y crecen con más fuerza personal y emocional.

Espera también que se fortalezca el sistema laboral de nuestro país, para que los artistas que se forman fuera, puedan retornar a poner en práctica, en su tierra y para su gente, lo que han aprendido. Dice que sería maravilloso que el artista pueda vivir con calidad de vida de su trabajo y en su país.

 

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