Montañas, ríos, mar, historia y cultura convergen en la Costa Vasca, sin duda un recorrido que debes hacer

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Por Ramona Rodríguez

Los arenales de la costa Vizcaína suman más de veinte, de todo tipo, playas grandes y pequeñas urbanas y salvajes, de arena y de piedra. Repartidas por más de diez pueblos y con la belleza paisajística típica del mar cantábrico ahí está, la costa de Bizkaia esperando a los visitantes para ofrecerles según sus gustos playas de surf, arenales, submarinismo, senderismo o buenos paseos en barco.

Hay pueblos que destacan más que otros, lo suyo seria recorrer la costa de este oeste, desde Gexto hasta Ondárroa, uno a uno, como si de las cuentas de un Rosario se tratara, la diversión está asegurada. Conócelos.

Getxo: A tan solo 14 de kilómetros de Bilbao, este municipio turístico por excelencia cuenta entre otras virtudes marinas con varias playas, dos de ellas bandera azul la de Ereaga y Arrigunaga ambas urbanas de arena fina y con una muy buena comunicación, se puede llegar a ellas desde Bilbao en metro o bus, lo cual naturalmente facilita las cosas.

Cabe destacar que la playa Ereaga es bastante familiar, ideal para los niños por su oleaje tranquilo.

Arrigunaga en cambio es de arena y grava, ubicada debajo de los acantilados de la Galea en el barrio de Algorta, ideal para tomar el sol y un agradable baño disfrutando, además, de bellas vistas al molino de Aixerrota y al Abra, bonito puerto deportivo en Getxo.

Pueblo de Getxo, País Vasco.

Las Arenas: Es quizás la playa más popular de Getxo, junto al muelle de churruca y próxima al puente de Bizkaia, este pequeño arenal en pleno centro urbano es muy demandada ya que ofrece una gran variedad de servicios.

Guecho en euskera, es además un pueblo muy elegante. Durante la época de la industrialización, representantes de la alta burguesía vizcaína eligió este pueblo para residencia lo que explica la presencia de tantos palacetes concentrados básicamente en la zona de Neguri donde vivía lo más selecto de la alta sociedad vizcaína.

Sopela: Típico pueblo costero que en verano triplica su población atraídos por sus playas y acantilados, dispone de tres según la preferencia.

Barinatxe mejor conocida como la salvaje, Arrietarra-atxanbiribil, estas son en realidad dos playas que comparten arenal, bastante grande, con una longitud de 826 metros, de arena dorada y fácil acceso. Sopela, Sopelana en euskera, se distingue por las impresionantes panorámicas que ofrece desde cualquier punto.

Playa de Barrikas y sus acantilados, País Vasco.

Barrika: No es solamente un pueblo con los encantos típicos de un rincón de la costa, sino que es, además, un lugar con valor histórico, es uno de los pueblos más antiguos de Bizkaia. Su origen data nada más y nada menos que del 496. Su gran valor paisajísticos con acantilados y sus pequeñas playas hacen que merezca la pena dedicarle parte de nuestro tiempo.

La playa de Meñakos para quienes prefieran los espacios solitarios, es nudista y adecuada además para los amantes del surf. La Playa de Muriola, también llamada playa de La Cantera, es, al igual que la de Meñakos, un arenal donde se permite la práctica del nudismo, rodeada de impresionantes acantilados esta pequeña playa no tiene nada que envidiar a otras a su alrededor.

Plentzia: Continuando nuestro recorrido por la costa de Bizkaia llegamos a un pequeño pueblo costero, que antiguamente se le llamó Placencia, igual que una ciudad actual de Extremadura, otro dato curioso sobre sus antiguos habitantes es que ellos se dedicaban además de la agricultura a la pesca, pero de ballenas. Si nos desplazamos hasta allí en metro algo llamará nuestra atención, al cruzar la ría que une la estación de metro con el casco urbano, lo hace a través de un puente peatonal que en su diseño consta de dos enormes arcos blancos que seguro no pasaran desapercibidos.

Su playa es un arenal tranquilo y familiar que por su cercanía con el núcleo urbano permite acceder muy fácilmente y disfrutar de este entorno que, rodeado de la belleza de la bahía hacen de este un pueblo realmente atractivo.

Gorliz: A media hora en coche desde Bilbao, es, sin duda, otra de las joyas del litoral de Bizkaia, para ofrecer diferentes ofertas turísticas. La playa, que tiene el mismo nombre del pueblo, está rodeada de un extenso paseo marítimo, dispone de 842 metros de longitud, servicios de restaurantes y cafeterías, y áreas verdes en primera línea que la convierten en opción preferente para los visitantes. Cabe destacar que la playa de Gorliz es la primera que en Euskadi conquistó la Q de calidad turísticas.

Pueblo de Bakio, País Vasco.

Las Dunas de Astondo: El Faro, que es a su vez el más alto del mar cantábrico con 21 metros de altitud. Subir hasta su base y luego adentrarse a los búnkeres, túneles que fueron excavados y construidos como refugio militar tras la guerra civil española es una experiencia para no olvidar.

Lemóniz: Urizar es la capital, sin embargo, Arminza, que es su tradicional barrio pesquero capta toda la atención con su pequeña playa de arena gruesa muy visitada por los amantes del submarinismo y la pesca.

Bakio: Un municipio tan hermoso como singular es parada obligatoria en la ruta por la costa. Rodeado de montes, atravesado dos ríos, en Bakio encuentras tremendo arenal, su playa que es una de las más grande de toda la costa es muy concurrida en verano, ideal para el baño, el surf o simplemente pasear tanto desde su orilla como por su paseo marítimo.

Ofrece muy buen ambiente constantemente, incluso cuando el tiempo no acompaña en esta playa encuentras motivo para pasar un rato agradable, observando a los surfistas y las espectaculares olas, o bien haciendo senderismo disfrutando de unas esplendidas vistas. Bakio es reconocida, además, por ser la cuna del txacoli, tradicional vino blanco vasco.

Bermeo: Es sin lugar a dudas uno de los pueblos costeros más popular de la costa de Bizkaia. Villa pesquera por excelencia, su puerto pesquero es muy activo, la zona antigua, el museo del pescador con su histórica torre de arcilla declarada monumento nacional, son lugares que merece la pena visitar.

La playa, entendida como tal para paseos, baños o práctica de deporte acuático no es Bermeo, honestamente hablando, el lugar más adecuado, lo cual no es inconveniente alguno, están muy próxima en las localidades vecinas, y si gusta de la tranquilidad de las calas tendrás más de una para elegir. La visita a este pueblo te cautivará por muchos otros motivos. Bermeo tiene la joya de las atracciones turística de la costa vasca, San Juan de Gastelugatxe.

Pueblo de Ondarroa, País Vasco.

Este islote es uno de los enclaves mágicos de Vizcaya, 150 metros sobre el nivel de mar, allí edificaron una ermita dedicada a San Juan Bautista posiblemente alrededor del sigo IX, fue reconstruida en 1983 tras sufrir un incendio.

Visitar este enclave debe encabezar la agenda, todas las personas que han ido coinciden en asegurar que es una auténtica pasada. Incluso ha sido escenario de películas, concretamente se rodaron escenas de “Juegos de Tronos”, también fue el lugar que eligió una reconocida presentadora de televisión para su boda.

Inconveniente, el acceso no está adecuado para movilidad reducida, hay que subir más de doscientos escalones, se recomienda calzado cómodo pues la caminata tarda algo más de una hora, sin embargo, valdrá la pena porque la belleza de este espacio y su entorno es impresionante.

Mundaka: Un pueblo que se caracteriza por las aguas limpias y cristalinas, de echo dice la leyenda que su nombre viene a significar precisamente eso, lugar de aguas transparentes. Como cualquier pueblo costero enamora por sus playas, puerto, casco histórico, miradores, pero lo que le da un privilegio particular es que está ubicado en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, un tesoro natural declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984.

La playa de Mundaka, Laida, es pequeña, pero tiene el privilegio de ser considerada dentro de las mejores del mundo en la categoría de surf, puede aparecer olas de hasta 4 metros.

Sukarrieta: Vecino muy cercano de Mundaka, les separan dos kilómetros, pequeño y acogedor pueblo costero cuyo origen está asociado a la abundancia de una roca muy dura, el Pedernal, por eso el nombre de este municipio es Pedernales, que en euskera es Sukarrieta, sukarri viene a significar piedra de fuego y esta es un sufijo que significa cantidad.

Armintza, en la costa Vasca.

Busturia: Ubicado en el mismo centro de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, y el cuarto en población se une a la cadena de pueblos de la costa de Bizkaia que también ofrece diversos atractivos turísticos, por su enclave rodeado por las marismas, hacen que merezca la pena su visita.

La pequeña playa de San Antonio es compartida por las localidades de Pedernales (Sukarriea) y Busturia.

Elanchove: Avanzando por la costa, en el nordeste, llegamos a un pueblo de calles estrechas y empinadas, muy peculiar por los tejados de sus casas que asemejan una escalera que conduce a la orilla del mar. El pueblo está dividido en dos, la parte alta y la parte baja, la estrechez de sus calles hizo que aflorara el ingenio, como era imposible que un vehículo de grandes dimensiones lograra dar la vuelta, solucionaron el problema con la creación de una plataforma giratoria en la entrada del pueblo. A decir verdad, es muy peculiar.

Ibarrangelua: Pradera profunda es la traducción al castellano del nombre de este pueblo, ofrece playas como la de Laida y Laga y además posee un gran patrimonio histórico como la Bóveda de San Andrés llamada la Capilla Sixtina de Urdaibai. Senderismo, miradores y paseos por la playa de Laida en marea baja. Tiene además una cala nudista Antzoras.

Ea: A tan solo 5 kilómetros de Ibarranguela se encuentra el pueblo que presume de tener el nombre más corto de toda España. Pequeño y bonito dividido por un rio, su playa y su puerto a punto de reventar en el periodo veraniego.

Lekeitio: Dejamos Ea y después de haber recorrido apenas diez kilómetros ya estaremos en otro pueblo costero que ha merecido ser llamado Villa Marinera Noble y Leal. Visitar sus playas, Isunza y Karraspio la de Isunza se puede acceder muy fácilmente es ideal para familias con niños, cabe señalar que está perfectamente habilitada para personas con movilidad reducida, pero de una forma muy completa, el ayuntamiento ha designado personal que se ocupan amablemente de las personas que necesitan ayuda para el baño.

El puerto con las barcas de color y modernas embarcaciones de recreo, el casco antiguo, la iglesia de la Asunción de Santa María, su exterior es similar a una catedral, merece la pena entrar, y admirar el retablo bañado en oro, el tercero más grande de España. La isla de San Nicolás es visita obligada, si está baja la marea se llega a ella andando desde la playa karraspio.

Ondárroa: Boca de Arena en euskera, villa de tradición pesquera, donde el monte y el mar se miran cara a cara. Se le conoce también como la Villa de los Puentes. Visitar la ermita de nuestra señora de la Antigua, apreciar las vistas desde allí será un placer y la Torre de Lipona, que fue donde nació la madre de San Ignacio de Loyola.

Un puerto pesquero, muy activo y otro deportivo y como no podía ser de otra manera el arenal, la playa de Arriori, arena dorada, oleaje tranquilo y amplios espacios para tomar el sol. Admirando el rio y contemplando el mar terminamos el recorrido por la hermosa costa de Bizkaia.

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