Utilización de niños en conflictos armados debe eliminarse de raíz y para siempre

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El 12 de febrero el mundo conmemora el Día Internacional contra el Uso de Niños Soldado, UNICEF ha lanzado una serie de videos titulada “Cuando cierro los ojos”, basada en experiencias reales de niños de Sudán del Sur y que tiene como principal objetivo llamar la atención sobre los efectos psicológicos que tiene en los niños el ser utilizados por fuerzas y grupos armados. Después de ser liberados o escapar, los niños suelen lidiar con pesadillas, comportamientos agresivos, pensamientos intrusivos y ansiedad, situaciones que les afectan durante el resto de su vida.

El uso grotesco de niños en conflictos constituye toda una serie de violaciones de los derechos de los niños que no tienen cabida en este año 2021. Estos niños se ven obligados a ejecutar y presenciar atrocidades. Son asesinados, resultan heridos, sufren mutilaciones y abuso mental y sexual. El uso de niños en conflictos armados es potencialmente mortal y extremadamente dañino para los niños y su desarrollo, y por eso debe terminar ya. Son algunas de las declaraciones de Andrea Suley, representante interina de UNICEF en Sudán del Sur.

Andrea Suley representante de Unicef en Sudán del Sur.

En alusión a la fecha la ONGs resalta que aquellos que pueden escapar o que son liberados encuentran muy poca ayuda a su disposición. Las lesiones físicas pueden convertirse en discapacidades de por vida si no se atienden y las secuelas mentales pueden producir efectos psicológicos a largo plazo, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

La salud mental es muy importante para el desarrollo de los niños, pero a menudo se pasa por alto o no se atiende, ya que los frágiles sistemas sanitarios en muchos países del mundo luchan por satisfacer las necesidades más básicas. En dichos países, como Sudan del Sur, la cantidad de niños utilizados en conflictos armados es alta, solo hay tres psiquiatras, 23 psicólogos y una sala psiquiátrica con camas limitadas. Con el cierre de escuelas debido a la COVID-19, se ha perdido otro espacio importante para el apoyo psicosocial, lo que empeora una situación ya difícil.

Proporcionar a estos niños que han sufrido tanto el cuidado y el apoyo que necesitan para reconstruir sus vidas debería ser una prioridad urgente. Imagen elpais.com

Andrea Suley, señala a los trabajadores sociales como la columna vertebral del programa de reintegración apoyado por UNICEF para niños asociados con fuerzas y grupos armados, donde a cada niño se le asigna un trabajador social que le acompaña durante tres años para ayudarles a procesar las experiencias difíciles y reconstruir sus vidas y su futuro. Sin embargo, el programa tuvo un déficit de financiación del 73% el año pasado y no tuvo la capacidad para responder a todas las necesidades.

“Proporcionar a estos niños que han sufrido tanto el cuidado y el apoyo que necesitan para reconstruir sus vidas debería ser una prioridad urgente”, asegura la ejecutiva. “Eso significa mayor financiación para los programas existentes y tener un enfoque ambicioso para ampliar la atención a la salud mental de la niñez”.

La naturaleza de las violaciones de los derechos de estos niños hace que sea difícil estimar cuántos están siendo o han sido utilizados por fuerzas y grupos armados, pero según los numerosos informes, UNICEF asume con seguridad que hay miles solo en Sudán del Sur. La entidad humanitaria necesita 4 millones de dólares (casi 3.300.000 euros) para el programa CAAFAG en este país durante el 2021.

Programa CAAFAG en Sudán del Sur

Desde 2013, UNICEF ha apoyado la liberación y reintegración de 3.785 niños vinculados a fuerzas y grupos armados en Sudán del Sur. En el marco de la Comisión Nacional de Desarme, Desmovilización y Reintegración del gobierno de este país, los niños liberados son acogidos en centros de atención provisional establecidos por UNICEF y sus aliados, donde reciben artículos de primera necesidad como ropa, alimentos y atención sanitaria. Luego se les incluye en un registro y se comienza a rastrear a sus familias para, si es necesario, lograr la reunificación.

También reciben asesoramiento y otros servicios de apoyo psicosocial. Además, se les ayuda a reintegrarse social y económicamente, ofreciéndoles medios de vida, acceso a actividades generadoras de ingresos y capacitación. UNICEF diseña, para cada niño, un plan multisectorial de tres años con el fin de garantizar que reciba el seguimiento y el apoyo que necesita.

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