Recientemente, el partido La Fuerza del Pueblo celebró en Europa unas “elecciones”, donde se debía elegir libremente los candidat@s del partido para el puesto de diputad@ de Ultramar, una figura política que aparece en nuestra Constitución en el año 2012, y que su principal trabajo era o es, representar a los dominicanos residentes en el exterior, y que aparece en la ley 136-11, promulgada en junio, por el entonces presidente de la República Leonel Fernández.
En dicha consulta, que en principio se iba a realizarse por encuesta abierta utilizando el padrón de la Junta Central Electoral, donde podían votar todos los inscrito sin importar el partido de su preferencia y sin explicaciones y a menos de 1 semanas para dicha elección, se modificó el método de elección, ósea, al representante de los dominicanos en el exterior por el partido en cuestión, ya no le iban a elegir todos los inscrito en al JCE sino, única y exclusivamente los miembros de la FP en Europa.
Dicha decisión no sentó bien a la mayoría de los que optaban por la precandidatura, pero a pesar de todo, y por aceptar las líneas que marca su partido, se vieron en la obligación de seguir adelante, a pesar de no estar de acuerdo. Parece ser, que esta decisión, tomada por un selecto grupo de hombres que manda y ordena en el partido que representa a Leonel en Europa, se tomó a la medida para favorecer al candidato que “ganó” dicha consulta.
Porqué decimos esto, porque primero, después del arduo trabajo de campaña y contactos directo con la gente que realizaron los precandidat@ para obtener el voto de los ciudadanos, y segundo, porque a los participantes en la consulta se le debía entregar una copia del padrón del partido en Europa y, según manifestaron varios, por no decir, todos, el documento estaba repleto de vicios, errores, teléfonos inexistentes, equivocados, y cientos de irregularidades que hizo sospechar a la mayoría de que algo sucedía, y que los cambios hechos en el proceso de selección se hizo para favorecer a la persona electa.
Varios de los precandidatos de la FP expresaron a través de sus redes sociales, el descontento general con la organización del proceso electoral, así como, con quienes la organizaron, denominando como un vulgar fraude tecnológico el desarrollo de las votaciones. Muchos de ellos, incluso, amenazan con abandonar el partido y con ellos sus votantes, algo que haría mucho daño a los intereses de la organización política en Europa y en nuestro país.
Leonel Fernández debe tener cuidado de que esas maniobras no continúen sucediendo en su organización ya que, un partido que tiene aspiración de volver a gobernar el país no debe ofrecer ese ejemplo y mucho menos cuando se trata de una consulta dentro del mismo partido. Lo mismo, puede hacer creer que aquellos poderosos del PLD cuando Leonel presidia la República, siguen siendo los mismos que habitaron en el Palacio Nacional a sus anchas y sin control en aquel gobierno, pero ahora en otro partido, lo que hizo que finalmente perdieran las elecciones y la posición de estar en la primera línea de la política.
Leonel Fernández debe saber elegir a quien quiere que le acompañe en este renovado deseo de volver a presidir la República Dominicana, porque si bien es cierto que el tiempo hace olvidar lo inolvidable, no es menos cierto que los dominicanos, en cuestión de política, no olvidamos tan fácil y que a la hora de sufragar, recordamos viejos tiempos y viejos políticos.
