“Eso que tú me das” la versión más natural de Pau Donés

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El Valle de Arán fue el lugar elegido por el cantante de Jarabe de Palo, Pau Donés para pasar sus últimos días junto a su familia y, escenario predilecto donde ofreció su última entrevista a su amigo Jordi Évole. Desde su casa, ubicada en las altas montañas de la localidad Barcelonesa, tuvo una charla amena, a su gusto, donde dijo lo que quería, donde se despidió de la gente que tanto le dio y del público al que amaba cantar sus canciones.

No tenia miedo a decir cualquier cosa, porque como decía él en plan broma, “cuando se emita esta entrevista yo ya no estaré aquí así que puedo decir lo que quiera” y sonreía. Sonreía porque antes de este encuentro con Évole, ambos ya venían llorado.

Habló de todo, de la vida, de la muerte, de la que dijo no temer, de su familia, de su hija, de su música, del placer que sentía al cantar ante el público, de sus canciones de sus artistas favoritos y los que no tanto, sin mencionar a ninguno y contó episodios de su vida muy dolorosos pero que le hicieron más fuerte. Aquello fue un canto a la vida con todo lo que ella conlleva, con lecciones buenas, muy buenas y no tanto.

De esta entrevista, que se hizo 15 días antes de su muerte, nace el documentar “Eso que tú me das”, título de una de sus últimas canciones, compuesta y grabada cuando ya él sabía que pronto dejaría de estar con nosotros.

Valle de Arán, lugar que eligió Donés para pasar sus últimos días.

Una hora, lo que dura el documentar, da para mucho y sobre todo cuando estas en confianza con alguien a quien estima y siente admiración y respeto, eso era mutuo. Luego de casi un minuto mirándose fijamente a los ojos, como el que no sabe que decir, Donés le pregunta a su amigo que si le sorprendía lo que veía.

Con una imagen típica de las personas enfermas de cáncer terminal, muy delgado, con sondas en la nariz, pero con el brillo de la vida en los ojos, Pau, con un hilo de voz muy fina, que a veces no se le entendía, dijo que quería que sus últimos días sean tranquilos, acompañado de los que ama, su hija Sara y su madre, sus cuatro hermanos y su padre.

Argumentando sobre la vida, el músico catalán dice no tener miedo a la muerte y si, al sufrimiento, “Quiero fallecer como mi abuela, nos dio de cenar y se acostó a dormir, al día siguiente no despertó”, dijo. Desde el día que le comunicaron que padecía cáncer, lo tomó con mucho optimismo y siguió la vida normal. En 5 años que lucho contra la enfermedad, 2 discos vieron la luz y varios conciertos a su espalda porque de todo, únicamente lamenta no tener 5 meses o un año más de vida, porque todavía, dijo, tenía muchas cosas que hacer.

Durante este tiempo, se fue a vivir un año junto a su hija Sara a California, de cuando en cuando se unía a ellos, su ex pareja, pero la enfermedad le hizo volver a España.

El interprete de la “La Flaca”, pasó por episodios que le marcaron de por vida, como el suicidio de su madre, que, al quedarse solo, en plena adolescencia, junto a tres hermanos y a su padre, le hizo más fuerte y le enseño a no temer a la muerte. “Mi madre me preparó unos días antes, a lo mejor te tienes que quedar al frente de la familia, me dijo”, relata con la mirada todavía un poco perdida.

70 años sería su tope de vida, pero como no es posible, “pediría un plazo de un año, pero la vida es así”, comenta. “Ahora estoy bien, disfruto de los placeres de la vida, dentro de lo que la enfermedad me permite, veo este impresionante paisaje todas las mañanas, a los corzos cuando bajan a la ladera de la montaña, compro queso a mi vecino, tengo que bajar al rio con mi hija y sobrinos. Eso que no hacía antes porque no tenía tiempo, es lo que me llena ahora”.

Pau Donés y Jordi Évole.

Agradece el apoyo de la gente y amigos. Dijo no tiene tiempo para responder a todos y pides disculpas por ello, en el momento en el que está, no quiere perder el tiempo con el móvil ni el ordenador, respondiendo a los cientos de mails y wasabs que recibe a diarios, “Quiero gastar el tiempo con los que verdaderamente me importan. Hace poco recibí una llamada del maestro Serrat y cuanto lloramos. Llorar alivia mucho”, cuenta, mirando fijamente a su amigo, y de vez en cuando echando una mirada al valle.

En el documental el protagonista absoluto es Pau, su plano, el cual, el lo afianza enviando uno que otro mensaje mirando a cámara, se comparte con el de Évole y la naturaleza de la zona.

Fuera de casa, frente al valle que amaba

Los últimos minutos de “Eso que tú me das” se desarrolla fuera de la casa, en el valle que Donés amaba y en el cual le esperaba Jordi sentado en una roca. Llegó conduciendo él su propio Jeep rojo, acompañado de sus hermanos, éstos muy pendientes en todo momento de su comodidad y bienestar.

Observando ambos la naturaleza que les rodeaba, el líder de Jarabe de Palo relata, que de pequeño fue hiperactivo y que aquel estado solo lo calmaba con la música que solía estuchar su madre, Benny Moré, Renato Carosone y los chistes de Gila. Que le encanta Peter Sellers, que su cantante favorito era Antonio Vega y que la película “El Guateque” es la que más le ha hecho reír. También que le gusta bailar salsa, que amaba y admiraba a la Cantante cubana, Celia Cruz y que la sardana es la música más sosa que existe, “como los catalanes”, y sonríen.

El autor e intérprete de “Depende y Bonita” que entre risas le rectifica a Évole que no son la misma canción, expresó que la pareja destruye el amor, no así la familia que siempre está ahí, como su hija, con la que recuperó el tiempo que no le dedicó por culpa de su trabajo. “Ella me enseño a querer y a demostrarlo, a abrazar, a tocar, no solo tienes que amar, también hay que demostrarlo, decirlo”. Dice.

Confiesa que como músico se lo ha pasado fenomenal, en las giras, los conciertos, con los amigos, sus músicos. Dice no arrepentirse de nada de lo que ha vivido, si, de no haberle dedicado más tiempo a su hija. Su nombre, Sara, lo llevaba tatuado en los nudillos de su mano derecha.

Ante la pregunta de cómo le gustaría que le recordaran, dice que, con mucho respeto, como un compositor de canciones bonitas que las hizo con honestidad. El documental termina con Jordi preguntándole a su amigo, qué canción quería que pusiera al final, “EL sitio de mi recreo, de Antonio Vega”, contestó muy seguro, animándose a cantar una estrofa, corrigiendo su voz en un momento.

Ya habíamos llorado mucho juntos, por eso no lloramos dijo Jordi Évole, sobre la entrevista a su amigo.

Nunca había visto como una conversación entre dos, captara tan fijamente la atención. Es quizás porque advertíamos que, al realizarse dicha entrevista, ambos sabían que su protagonista, en pocos días, ya no estaría con nosotros. Es curioso que, al término del documental, el público se levantó para marcharse pasado unos minutos, estuvieron atentos hasta el último nombre que apareció en la pantalla. Era como si todos pensaran, “Que valor tuvieron ambos”.

“Eso que tú me das”, es un documental para ver, razonar y volverlo a ver cada vez que los humanos nos creamos el centro del universo. La muerte, como dice Pau Donés, es parte de la vida.

Se emite en los cines de toda España desde el pasado 30 de septiembre. Pau Donés falleció el 9 de junio, tras 5 años de lucha contra el cáncer de colon.

 

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